Sólo para las valientes lectoras, un ensayo dedicado a la moda obsoleta y al estilo como pilar fundamental de nuestra proyección al mundo!
NO SE LO PIERDAN!
SEGUIR LA MODA NO ES LO QUE PARECE.
“Moda es todo lo que pasa de moda”
Coco Chanel
¿Qué importa si el animal print está
de últimas y no va con tu tono de piel? ¿Y si el cuadrillé se usó el siglo
pasado y a ti aún te sigue gustando?
Si entendemos el estar a la moda como seguir las tendencias
marcadas en las grandes tiendas, entonces somos susceptibles a no estarlo en
poco tiempo más. Hay que visualizar para el caso la moda como un negocio, y
obviamente lo conveniente para los dealer de moda es que cuando todo el mundo
se adapte a los nuevos estilos propuestos, entonces ¡UPS! Las nuevas tendencias
de los altos diseñadores de París dicen que ya no están de moda los pinchos y
las tachas, sino que los estampados barrocos y recargados. En ese instante
todos pasan a estar out con sus configuraciones en el vestir y deben adaptarse a los nuevos escenarios y
así por los siglos de los siglos.
Esto nos retrata que si seguimos la moda con ahínco entonces
siempre estaremos como caminando en la cuerda floja entre dos rascacielos, que
de un instante a otro viene una ráfaga de nuevos conceptos y nos hace estar al
borde de la muerte. Si consigues seguir en pie, debes estar atento a la próxima
jugada de la moda.
Volviendo a las preguntas planteadas en el nacimiento de
este escrito, podríamos preguntarnos si acaso alguien ha ido a la cárcel por no
seguir el estilo colectivo propuesto por algunos en lugares muy lejanos a éste.
La respuesta es no.
Si pensaste que siguiendo el patrón en que todos visten por
la calle lograrías “diferenciarte”, entendiendo diferenciarse en moda como el
hecho de que las otras personas se den vuelta en los espacios públicos a
mirarte, las mujeres te envidien (insanamente por supuesto), entonces
probablemente comprándote lo que tus compañeras visten estarás más alejada que
cercana de lograr tal ideal. Lo que diferencia realmente es algo mucho más
potente que ropa nueva comprada en avance de temporada. Es algo latente y
muchas veces ignorado llamado “estilo”.
Aún cuando muchos pueden decirlo, entenderlo es algo más
complejo de lo que pensamos, ya que todo este alboroto de la moda, las
pasarelas, las vitrinas espectaculares y las niñas populares vistiendo de tal o
cual manera, tienen una razón de existir, que se encuentra en el interior de
cada uno de nosotros.
Impulsado por los medios de comunicación o quién sabe por
quién, la moda responde a impulsos internos y poderosos, en torno al ideal de
sentirnos aceptados por un determinado grupo de personas, como manera de
encajar con sus ideales de vida. En este asunto tanto los diseñadores como José
Miró, hasta los sociólogos como Pablo E. Duarte, inclusive los bloggeros en sus
plataformas, coinciden en entender la industria fashionista así: Todos vestimos
tal cual queremos vernos frente a los otros, hasta el punto de llegar a hacerlo
para ellos más que para nosotros mismos. Esto lo hacemos por impulsos casi
instintivos de pertenencia a ciertos grupos sociales con cuales pretendemos
identificarnos, y por supuesto, ser reconocidos como tales.
Es casi un tema de superficialidad. ‘Yo me visto en tonos
fluor porque todos lo hacen, y si no cumplo tales reglas, la exclusión es cosa
segura’. Y como si tuviésemos que irnos a vivir como ermitaños luego de tal
desaire, el pánico se apodera de cada uno de nosotros y preferimos ir a las
tiendas de retail y comprar a ojos cerrados todo lo que ellos quieran
vendernos.
Hey! Pero si a ti no te desagrada hacerlo, y simplemente es
tu forma de ver la moda y el buen vestir, no te juzgaremos por aquello, de
hecho, es perfectamente válida tu posición.
Lo que pretendo mostrar, es que si tu objetivo al salir de
tu casa es llamar la atención y marcar la diferencia de acuerdo a lo que tú
eres a través del vestir, entonces ése no puede ser tu camino elegido. Debes
intentar con otras técnicas más originales.
La verdad es que busqué definiciones de “estilo” pero los
lingüistas al complejizar la forma en dicen cada cosa lograron que finalmente
no eligiera ninguna. Me arriesgo con la propia: Estilo corresponde al reflejo de lo que somos frente a los demás, a
través de alguna acción que lo demuestre. Particularmente, el cómo vestimos
o lucimos día a día representa quiénes somos y cómo queremos que los demás lean
esto.
Y como Coco Chanel nos dejó de legado “La moda pasa de moda,
el estilo jamás”, entonces ¿A qué crees que hay que apuntar? ¡Saca lo mejor que
hay en ti y plásmalo en cómo te vistes!
Vamos a comenzar con esto, el reto es que en primera
instancia mires todo lo que hay en tu closet y te cuestiones si te hace o no
sentir bien cada vez que lo llevas puesto, si saca lo mejor de ti, si los
colores te agradan, si los estampados te avivan, si la forma te favorece, o
simplemente si te lo has puesto en los últimos dos años. Si las respuestas son
negativas, entonces ya sabes lo que tienes que hacer, la caridad es el primer
paso (siempre recuerda que lo que no te gusta o sirve a ti, puede serle muy
útil a otro). No te olvides de que la moda va y viene, y por tanto si las
prendas de tu ropero no han sido utilizadas en años, pero te siguen gustando,
entonces puedes hacer bien atesorándolas, porque tarde o temprano puede ser el
minuto de volver a lucirlas. El arquitecto Federico Sánchez defiende ‘el buen
vestir’ y lo propuesto en este escrito a través de su declaración en la Revista
Paula, con lo siguiente: “…Lo entretenido es que mi ropa, como no pasa de moda,
se acumula, y me he ido haciendo una especie de biblioteca potente a nivel de vestuario.
Una ‘vestuarioteca’. Creo que el hombre desnudo no es persona.”, describiendo
su íntima relación con el vestuario.
Luego de esta “limpieza” exhaustiva, entonces ya estás en
condiciones de empezar una nueva etapa en tu vida (en mi caso la etapa
favorita), de comenzar a llenar nuevamente el armario, pero siempre siguiendo
las reglas ya mencionadas. Nada que no te agrade ni te favorezca puede ser
aceptado como opción. El “militar” está en todas las vitrinas como lo que no te
puedes perder, sin embargo te hace ver apagada y poco femenina? Entonces NO.
Los tacones hacen ver estupendas a las ejecutivas de Manhattan, pero a ti te
hacen doler los pies y la incomodidad se apodera de ti? Entonces TAMPOCO. Nada
que no te haga sentir plenitud merece gastar ni un peso de tu billetera. Pero
atenta, porque la búsqueda debe ser minuciosa, y nadie dijo que sería fácil.
Finalmente el día a día juzgará. Todas las mañanas elige la
opción que ames a primera vista o que soñaste la noche anterior, y ¡PRUEBA! Si
no te gusta la mezcla, sácatela y prueba con otra, y así cada vez. Párate
frente al espejo y si te reflejas hermosa y radiante, entonces estás lista para
salir al mundo exterior a captar miradas. Si no te acomoda, entonces sigue
probando…
Este proceso recursivo y que probablemente en un principio
te demande una energía considerable hasta que te acomodes a esta nueva forma de
ver el vestir diario, es claramente retratado por el caso de los ‘Blogs’ de
Moda. Ellos son muestras personales de lo que cada Blogger hace diariamente en
cuanto al proceso de vestir, mostrando imágenes del resultado de ellos, y en
algunos casos con mayor suerte, dejan testimonio escrito de lo sucedido tras
bambalinas cada día cuando decidieron ponerse tal o cual prenda y/o accesorio. Cada
una de estos expositores web, son el claro ejemplo de todo esto que llamamos
‘Estilo’ al momento de decidir, transformándose en los agentes detonantes de la
ruptura del modelo impuesto por las grandes tiendas con sus tendencias, para
que cada cual decida qué usar y qué descartar.
Se han visto casos que desangrarían los ojos de cualquier seguidor
acérrimo de la moda de tendencias, en donde las reglas y patrones han sido
quebrados con mucha energía. La mejor parte de todo aquello es que su trabajo
es una invitación abierta a inspirarnos, y tomar las riendas de nuestra
proyección al mundo a través de la moda, recordando siempre que se trata de
algo más profundo que la sola vanidad. ¿Por qué creen que los blogs de moda
tienen tanto éxito? Claramente estos temas están siendo mayormente valorados
por las sociedades, pues tiene que ver
con una identificación mayor en torno a lo que somos, y como aquello lo
proyectamos hacia los demás que nos rodean, a través de cómo lucimos.
La frase que dice “La belleza está en el gusto” apunta en la
dirección que queremos recalcar, y la mismísima Coco Chanel lo avalaría sin
dudar si leyera este ensayo. Lo realmente importante es lo que te identifique y
te permite ser única frente a la sociedad de acuerdo a lo que existe en tu
interior. Probablemente la moda de tendencias que te ofrece el retail satisfaga
aquello, pero la idea central es que no te cuestiones un segundo siquiera si es
que no ocurre así. Permítete innovar, usar prendas antiguas, rupturistas,
coloridas en extremo, lo que a nadie le llame la atención, pero a ti te haga
mucho sentido.
Finalmente podemos entender por qué seguir la moda no es lo
que parece, o no es lo que pretenden hacerte sentir. La diferenciación se logra
mucho más allá que comprando en grandes tiendas con sus colgadores abarrotados
de “lo último” traído de Paris. Se obtiene observando dentro de cada uno de
nosotros, aceptándonos y mostrando al mundo lo que somos y de qué forma somos
distintos a los demás. De la otra manera más que diferenciarte, te igualas
visiblemente.
Consuelo Zúñiga G.
Santiago de Chile, Agosto de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario